abro
la claraboya y el verano
siempre
aun lado van quedando
quietos
los ojos de los otros
miran
el ritmo acelerado
pulso
la justa consecuencia
viene
tan dueña de otra culpa
deja
la puerta entrecerrada
pasa
el aire que se queda
ausente
debajo de los vidrios
rotos
los ojos que no miran
nada
más pronto que temprano
dejo
escrito este epitafio
pienso
algún otro verano
callo
2 comentarios:
no sé cómo llegué acá.
lo que importa es que al llegar,
me encuentro con palabras hermosas.
me encuentro con música mía formando parte de un disco de arena. me encuentro con una foto que me hace decir: así, fumando, hablamos en la puerta del iberia?
no sé cómo llegué acá, pero... no puedo evitar dejar saludos,
pata.´
Pata: que suerte que llegaste!!! Así, fumando, hablamos en la puerta del Iberia. Despues te fuimos a ver a Guambia y estuvo bueno, pero no nos quedamos a conversar. Y despues te incluí en mi disco de arena, y conversamos pero poco.
Ahora conversamos de nuevo.
Una vez más, que suerte que aparecieras.
Saludos.
PD: te llegó el poema que te escribí?
Publicar un comentario