sábado, 5 de enero de 2008

aquella voz

He pensado tantas veces en la voz de mi madre
Un momento después de cerrar los ojos en la noche
Al ver el cardo, flor violeta, que resiste la sequía
Las arenas del océano y el agua reviviendo perlas en secreto
El campo parejo y verde escapando tras la ventana de cien coches

He pensando tantas veces en la voz de mi madre
Cuando ella viene a visitarme en los sueños que despiertan
Cuando todos sus nietos la recuerdan o la nombran
y mis hermanos sonríen al notarlo
Si hay olor tierra y vereda tras la lluvia de verano

He pensado tantas veces en la voz de mi madre
Al ver el tiempo pasar vuelto arrugas en mi frente
Al despertar calido por el beso de la mujer que amo
He de admitir que he crecido
Y que apenas, hay veces, en que creo recordarla

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